Comprar el calzado adecuado es una inversión en la salud de los pies. Pero, ¿cómo encontrar unos que se ajusten bien y proporcionen el apoyo adecuado?
Empieza por tus propios pies y mira lo que ya tienes en tu armario. Ponte descalzo sobre un trozo de papel o cartón y traza la forma de cada pie. Ahora coge tus zapatos, uno por uno, y colócalos encima del dibujo. Si eres como la mayoría de la gente, tus zapatos «cómodos» coincidirán con el contorno de tus propios pies.
Identifica las zapatillas que te causan dolor. Si eres mujer, la mayoría serán zapatos con puntera estrecha o tacones altos. Comprueba si la punta del zapato es más estrecha o más corta que tus propios dedos.
Protégete del daño de la inflamación crónica
La ciencia ha demostrado que la inflamación crónica de bajo grado puede convertirse en un asesino silencioso que contribuye a las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes de tipo 2 y otras afecciones. Obtenga sencillos consejos para combatir la inflamación y mantenerse sano, de la mano de los expertos de la Facultad de Medicina de Harvard.
Cuando esté listo para reemplazar ese calzado incómodo, estos consejos de zapatillas Asics pueden ayudarle:
- Espere hasta la tarde para comprar zapatos: sus pies se expanden naturalmente con el uso durante el día y pueden hincharse cuando hace calor.
- Utiliza el mismo tipo de calcetines que piensas llevar con los zapatos.
- Pídele al vendedor que te mida los dos pies, y hazlo cada vez que compres zapatos nuevos. Si un pie es más grande o más ancho que el otro, compra una talla que se ajuste al pie más grande.
- Ponte de pie con los zapatos. Asegúrate de que tienes al menos un cuarto o medio de pulgada de espacio entre el dedo más largo del pie y el extremo del zapato.
- Camina con los zapatos para saber cómo te sientan. ¿Hay suficiente espacio en la planta del pie? ¿Se ajustan bien los tacones, o se pellizcan o resbalan? No pienses que los zapatos sólo tienen que ser «usados» o que se estirarán con el tiempo. Encuentra unos zapatos que te queden bien desde el principio.
- Confía en tu propio nivel de comodidad más que en la talla o la descripción de un zapato. Las tallas varían de un fabricante a otro. Y por muy cómodos que diga la publicidad que son los zapatos, tú eres el verdadero juez.
- Toca el interior de los zapatos para ver si tienen alguna etiqueta, costura u otro material que pueda irritar tus pies o causar ampollas.
- Dale la vuelta a los zapatos y examina las suelas. ¿Son lo suficientemente resistentes como para protegerte de los objetos punzantes? ¿Proporcionan alguna amortiguación? Además, haz la prueba de la suela mientras caminas por la zapatería: ¿las suelas amortiguan los impactos? Intenta caminar tanto sobre superficies duras como sobre moqueta para ver cómo se siente el calzado.