Desde la grabación de esa primera sonrisa y el primer volteo hasta compartir con orgullo la habilidad de tu bebé para sentarse y gatear, estás en el borde de tu mecedora esperando el siguiente movimiento de tu pequeño. Y es posible que uno de los hitos que más cambian el juego se acerque pronto: dar esos primeros adorables y tambaleantes pasos.
Caminar es un logro infantil muy esperado. Es una señal inequívoca de que tu pequeño está entrando en la zona de los niños pequeños (y de que hay que ponerle a prueba).
Pero puede que también te preguntes si caminar pronto o “tarde” está relacionado con la inteligencia e incluso con el rendimiento físico en el futuro.
Aunque un estudio internacional de 2015 correlacionó el aprendizaje de la marcha con el avance de las capacidades lingüísticas en la infancia, no te preocupes: Las investigaciones sugieren que no hay ninguna asociación probada entre caminar temprano y convertirse en el próximo Isaac Newton o Serena Williams.
De hecho, según este estudio suizo de 2013, los niños que empezaron a caminar pronto no obtuvieron mejores resultados en las pruebas de inteligencia y habilidades motoras entre los 7 y los 18 años, en comparación con los bebés que no caminaron pronto. Sin embargo, lo que sí concluyó este estudio es lo siguiente:
Hay una enorme variación en el momento en que los bebés deciden empezar a pavonearse, normalmente entre los 8 meses y medio y los 20 meses. Sabemos que quieres plasmar esos primeros pasos en tu corazón (y en un vídeo) para siempre, así que vamos a profundizar en estos y otros signos de que el inicio de la marcha es inminente. Jane nos deja estos consejos:
CONTENIDO
1. Tirar hacia arriba para ponerse de pie
Levantarse de los muebles para ponerse de pie es uno de los primeros signos de que está preparado para caminar.
Esto estimula los músculos de las piernas de los bebés y su coordinación, ¡sólo hay que pensar en la cantidad de sentadillas que están haciendo! Con el tiempo, los miniejercicios condicionan a tu bebé a ponerse de pie de forma independiente y, después, a avanzar con algunos pasos tambaleantes.
Puedes fomentar esto modelando sus movimientos mientras dices “¡arriba!” cuando se levanta, y “¡abajo!” cuando se agacha de nuevo.
2. Convertirse en un atrevido aventurero
Si, por el rabillo del ojo, pillas a tu dulce Houdini de repente de pie encima del sofá y sonriendo mientras se prepara para tirarse de cabeza, puede ser una señal de que su confianza interior está brillando.
Aunque esto te pone en alerta por si hay un accidente -y en la tarea de atraparlo-, es una gran señal de desarrollo que indica que tu bebé tiene confianza en sí mismo para probar cosas nuevas (por muy peligrosas que sean). Para caminar de forma independiente, los bebés deben tener confianza en su capacidad para hacerlo.
Así que si te sorprendes a ti misma haciendo de madre helicóptero, trata de encontrar tu zen y deja que tu pequeño explorador ponga a prueba sus habilidades físicas, en un entorno seguro.
3. Caminando en círculos
El término “Cruising” describe a un bebé que camina agarrado a los objetos. Puede utilizar la mesa de centro para desplazarse o apoyarse en un objeto para recorrer la habitación.
Esto demuestra que tu pequeño está aprendiendo a cambiar de peso y a mantener el equilibrio mientras da pasos. También prepara la capacidad de impulsarse hacia delante, necesaria para caminar.
Para promover el paseo, crea un camino de objetos seguros para que tu bebé se agarre y se mueva.
Pero ten cuidado con los muebles, las plantas y otros objetos que no estén bien sujetos a las paredes o al suelo. Podrían volcarse, provocando una caída accidental o una lesión.
4. Llantos, lloriqueos y cambios en los patrones de sueño
¿Quién iba a pensar que el lloriqueo y la siesta extra larga podrían ser un aviso de que tu bebé pronto pasará por delante de ti de puntillas?
Pues bien, caminar es un hito del desarrollo tan importante que suele ir acompañado de otros saltos en el desarrollo. El cerebro y el cuerpo de tu bebé podrían estar trabajando al doble, dejando a un niño un poco menos tolerante.
Estos momentos de la paternidad son duros, así que respira hondo y encuentra consuelo sabiendo que (normalmente) las cosas vuelven a la normalidad después de alcanzar un hito del desarrollo.
5. Caminar con ayuda
Ofrecerle juguetes seguros y apropiados para su edad (no andadores para bebés -más adelante-) puede inspirar a tu hijo a caminar mientras coge velocidad.
Los carritos de supermercado para bebés o los andadores musicales con ruedas y asas pueden aportar alegría y ayuda a los que empiezan a caminar. También puedes coger a tu bebé de la mano o darle una manta para que la sostenga mientras tú sujetas el otro extremo y caminas.
6. Se pone de pie por sí mismo
La mirada de un bebé cuando se pone de pie solo por primera vez suele ser de satisfacción (y quizá también de un poco de miedo).
En este momento, los bebés tienen el equilibrio y la estabilidad necesarios para mantenerse de pie por sí mismos. Suelen tantear el terreno durante unos segundos y luego, poco a poco, se mantienen de pie durante más tiempo, impulsando